El ozono es uno de los recursos biológicos naturales más poderosos para oxigenar, hidratar y exfoliar la piel.
El tratamiento con ozono (ozonofóresis) permite que las células de la piel aumenten su capacidad para absorber nutrientes (oligoelementos, vitaminas, minerales, etc.) y sobre todo oxigeno, al mismo tiempo se eleva el efecto de expulsar desechos y otros productos indeseables que se encuentran en los tejidos. Esto mejora la vitalidad de la piel, así como su aspecto y grado de hidratación recuperando su flexibilidad y firmeza.
La ozonofóresis es útil en casos de acné, manchas, flacidez, peeling, arrugas, problemas de várices, resequedad, hidratación, lifting (levantamiento facial) etc.
Adicionalmente, la acción bactericida y anti-inflamatoria, favorece la desinfección y cicatrización.
Tampoco es de despreciar la acción coadyuvante del ozono en otras enfermedades dermatológicas, tales como psoriasis, herpes, etc., donde su eficacia está sobradamente demostrada.
No duele, no irrita, ni causa efectos secundarios.