La Prevención como proyecto de vida

La Prevención es un conjunto de acciones encaminadas a la realización de un proyecto de salud y de vida; estas acciones se refieren a los hábitos y costumbres que tenemos implantados en nuestra vida y que tal vez tengamos que corregir, al menos parcialmente, si proyectamos vivir lo más posible de la mejor manera.

Todo lo que invirtamos en este empeño redundará con creces en nuestra vida; los beneficios serán palpables, nosotros mismos iremos experimentando los cambios, comprobando el avance en la derrota de la enfermedad y la conquista de la salud.

Nuestro rendimiento profesional y vital se verá altamente beneficiado, comprobaremos cómo se define más nuestro humor, crece nuestra estima y nos sentimos satisfechos, y, finalmente, llegaremos a degustar el manjar de la felicidad de la propia vida que procuremos.

Este conjunto de acciones admite grados de implicación y cumplimiento, según el ritmo al que esté dispuesto a conectarse y ponerlo en práctica. Puede elegir su propio ritmo, puede adaptarlo a sus necesidades e intereses, siempre en la medida de sus posibilidades y de su disposición.

La prevención es el camino de la medicina actual, y es responsabilidad de todos y cada uno, pues es la solución que se avizora para todos los problemas médicos que tiene planteados nuestra sociedad.

El ser humano comienza a envejecer en el momento en el que el organismo deja de crecer. Las glándulas así programadas disminuyen la producción de hormonas y las células ya no se multiplican, lo cual produce una serie de efectos y consecuencias en el organismo que, si no se controlan de alguna forma, van entrando en una aceleración progresiva para desembocar en la vejez prematura con todos sus achaques. Este proceso de detención del crecimiento suele iniciarse alrededor de los treinta años. Es por eso que sería aconsejable empezar a tomar precauciones respecto de la salud una vez que se cumple esta edad, o a más tardar a partir de los cuarenta. Si queremos alcanzar una vida larga y saludable, tendremos que recurrir tanto a nuestras fuerzas naturales, como a todos los medios puestos a nuestra disposición por la investigación científica moderna para prevenir las enfermedades en lugar de tener que curarlas. Ya sabemos que en cuestiones de salud no existen fórmulas mágicas que actúen milagrosamente.

La posesión más valiosa para disfrutar la vida es la salud, y la prevención es la mejor manera de defenderla y de combatir las enfermedades crónicas degenerativas.

La prevención debe abarcar el cuerpo, la mente y el espíritu, pues el concepto de salud no solo implica la ausencia de enfermedades, sino también el equilibrio de estos tres ámbitos del ser humano.